Comentarios iniciales
El presente informe llamado «Diáspora», recoge datos de una encuesta nacional, urbano rural, de opinión pública con temas de migración, que Consultores 21 realiza desde 2015. Esta última ola se levantó en enero de 2025.
El fenómeno que hemos estudiado se presenta como el más grande éxodo poblacional de Venezuela en su historia republicana y a la vez el más grande de Latinoamérica.
El dato reportado sobre personas que emigran es una construcción que produce Consultores 21 S.A a partir de: el número de personas de la familia nuclear que han emigrado en el hogar según lo declarado por el encuestado, combinado con el número de familias que dicen tener miembros en el exterior, multiplicado por la estimación de número de hogares que hace el 1NE en el censo del 2011.
Es importante tomar en cuenta que nuestros datos son recogidos en Venezuela, y que nos es imposible con esta metodología contabilizar a los hogares de los que se han marchado todos sus miembros, a lo largo de estos años de crisis.
Esperamos que estos datos tan dramáticos ayuden a la reflexión sobre este grave problema de Venezuela.
Todas las encuestas son aplicadas en hogares (excepto 11, 111 y 1V 2020, 1 2021 que fueron telefónicas por el confinamiento de la pandemia). Con una muestra de 2000 casos estratificada por regiones y tamaño de hábitat. Margen de error global +/- 2,24%.
La persistente crisis migratoria.
Venezuela sigue siendo el epicentro de uno de los movimientos migratorios más grandes que ha visto Occidente en el último siglo. Aunque los datos más recientes muestran cierta estabilidad en la cantidad de venezolanos con intención de migrar, el fenómeno dista mucho de haber disminuido. Se mantiene en valores alarmantes, especialmente entre los más jóvenes. La urgencia por salir del país sigue siendo altísima, impulsada por la crisis económica y la falta de expectativas de mejora a corto plazo.
A pesar de la caída en los flujos migratorios hacia Estados Unidos, este país continúa siendo el destino aspiracional para muchos venezolanos. Sin embargo, la nueva administración de Donald Trump y sus políticas más restrictivas han complicado aún más la posibilidad de asentarse allí.
Asimismo, diversos países de América Latina y otras regiones han endurecido sus políticas migratorias. Colombia, Perú, Ecuador y Chile han implementado mayores controles en sus fronteras y han eliminado algunas medidas de alivio migratorio para los venezolanos.
Este endurecimiento, probablemente, es la principal razón por las que se ha desacelerado el crecimiento del número de venezolanos con intención de emigrar.
Además, es posible que, para muchos, los últimos acontecimientos políticos en Venezuela aún no hayan encontrado un desenlace definitivo. Tras las elecciones del 28 de julio de 2024, el resultado de la voluntad popular no se ha materializado en cambios palpables, dejando abierta la posibilidad de un giro político.
En este contexto, el 2025 se presenta como un año clave para observar qué pasará con nuestra diáspora y posibles cambios en las rutas y destinos de quienes buscan migrar. Asimismo, habrá que estar atentos a los flujos inversos, con venezolanos que retornan, dibujando nuevas
interrogantes sobre su intención de permanecer en Venezuela o de buscar nuevos destinos.
Los que quieren salir del país.
El fenómeno migratorio está lejos de haber llegado a su fin. De hecho, mientras no se produzca un cambio estructural en la política y la economía del país, que dé lugar a mejoras reales en las condiciones de vida de la población, es probable que los venezolanos sigan buscando nuevas oportunidades en otros destinos.
Para esta medición, 1 de cada 3 venezolanos tiene deseos de irse del país, y un poco más de 1/3 de éstos se irían este mismo año.
Gráfico 1: Porcentaje de venezolanos que desean migrar

La migración de nuestro país ha trascendido las barreras de edad y estrato social, afectando a todos los sectores de la sociedad venezolana. Sin embargo, son los jóvenes, especialmente aquellos entre 18 y 24 años, quienes muestran una mayor predisposición a buscar nuevas oportunidades en el extranjero. Es dramático que la mitad de ellos, aspira a irse.
Gráfico 2: Intención de migrar por edad y clase social

La migración no ha tenido el mismo impacto en todas las regiones del país, y esta tendencia no parece estar cambiando. La región zuliana, quizás por su condición fronteriza, siempre ha sobresalido en número de migrantes. Sin embargo, también es una de las zonas más afectadas por la crisis económica y la falta de servicios públicos básicos, con condiciones que han hecho la vida allí especialmente difícil.
Gráfico 3: Familias con migrantes por región

Gráfico 4: Intención de migrar por región

Razones para irse de Venezuela.
Las principales razones para migrar están vinculadas a la precariedad de la situación económica de los hogares venezolanos, que han tenido que subsistir en medio de una profunda crisis marcada por la inflación, la insuficiencia de ingresos y el desempleo.
Gráfico 5: Razones por las que se quieren ir los venezolanos.
(Pregunta cerrada-Múltiples respuestas)

En esta medición, se observa un aumento significativo en las menciones a la situación política.
Países a los que quieren migrar.
A lo largo de los últimos años, la configuración de la diáspora venezolana ha experimentado cambios significativos en cuanto a los destinos más elegidos por quienes deciden emigrar. Si bien países como Colombia y Chile han mantenido una presencia constante en las preferencias migratorias, la evolución de los datos revela un crecimiento sostenido en el interés por Estados Unidos, que en la medición más reciente se mantiene como el destino principal, aunque pierde mucha fuerza en relación a la medición anterior.
El cambio de los destinos, responde a la modificación de políticas migratorias en los países receptores y a las oportunidades percibidas en cada uno de ellos.
España, muestra un repunte en esta ola. En contraste, destinos como Perú, que en años anteriores habían sido opciones prioritarias, han perdido relevancia progresivamente. Estas tendencias reflejan cómo la migración venezolana es un fenómeno dinámico.
Gráfico 6: TOP 5 de países a los que se quieren ir los venezolanos.

En los últimos años, Estados Unidos se ha consolidado como uno de los principales destinos para los migrantes venezolanos, impulsado por la percepción de mayores oportunidades económicas y estabilidad. Sin embargo, esta tendencia ha comenzado a experimentar un cambio significativo debido a una serie de factores que han dificultado la entrada y permanencia de venezolanos en territorio estadounidense.
Uno de los puntos de inflexión fue la implementación de políticas más estrictas de deportación y control migratorio bajo la administración de Donald Trump, que limitaron drásticamente las posibilidades de asilo y endurecieron las condiciones para quienes intentaban ingresar de manera irregular.
Vale acotar que dos tercios de los venezolanos están en desacuerdo con la intención de deportar venezolanos desde los Estados Unidos.
Gráfico 7: Acuerdo con la política migratoria del presidente Trump.

A esto se suma el endurecimiento de las restricciones migratorias en Panamá, que ha dificultado significativamente el tránsito por la peligrosa selva del Darién.
Además, la imposibilidad de ingresar a Estados Unidos por la frontera terrestre como se estaba haciendo en años anteriores parece estar generando un nuevo fenómeno: flujos migratorios inversos.
Cada vez más venezolanos, optan por regresar. Este giro en la dinámica migratoria demuestra cómo el cierre de rutas y el endurecimiento de las políticas en distintos países pueden reconfigurar los flujos migratorios, obligando a muchos a replantearse su destino en medio de una crisis que continúa marcando el rumbo de millones de venezolanos.
A pesar de esto, Estados Unidos sigue siendo el destino al que apuntan 1 de cada 5 venezolanos de los que aspiran a irse este año.
Gráfico 8: País destino entre quienes tienen fecha para migrar y quienes no

Gráfico 9: País al que han emigrado los venezolanos vs país al que les gustaría irse los que aún no salen de Venezuela (principales países graficados)

El flujo migratorio venezolano es un reflejo de los desafíos que enfrentan quienes buscan un nuevo hogar fuera de su país. Durante años, los venezolanos han trazado distintos caminos en busca de estabilidad, y lo que alguna vez fueron destinos predilectos hoy parecen dar paso a nuevas aspiraciones y horizontes.
Colombia es el principal destino de los migrantes venezolanos, con un 32% de quienes ya han salido estableciéndose allí. Sin embargo, la intención de migración hacia Colombia es significativamente menor, con solo un 15% de quienes aún permanecen en Venezuela considerando este país como destino.
Chile y Perú también han sido destinos relevantes, con 20% y 18% de los migrantes, respectivamente. No obstante, la intención de emigrar a estos países es actualmente más baja que en el pasado (15% y 7%, respectivamente), lo que podría estar reflejando cambios en las políticas migratorias de estos países o percepciones sobre la estabilidad económica, laboral y la aceptación social de la diáspora en estas latitudes.
Estados Unidos destaca dada una intención de migración (17%) mayor que el porcentaje de migrantes que ya han llegado allí (16%). Algo similar ocurre en España.
Dónde está la diáspora.
Los venezolanos están regados por todo el mundo, pero tal como ya se expuso, hay países que concentran proporciones importantes de esta diáspora.
La línea histórica que hemos construido, demuestra oscilaciones importantes, que hacen pensar que hay segundas y terceras migraciones.
Gráfico 1O: País al que han emigrado los familiares de los entrevistados.

Visto como nube de palabra, destacan los países de los que hemos hablado, añadiendo otros como Ecuador, México, Panamá, Brasil, pero en muy pequeña escala se ven mínimas letras, que representan para esta medición otros veintidós países mencionados.
Ilustración 1: Países al que han emigrado los familiares de los entrevistados

Trabajar afuera para ayudar a la familia.
En aproximadamente la mitad de los hogares de Venezuela alrededor de dos miembros de la familia han emigrado. Sin embargo, no todos estos hogares cuentan con la posibilidad de recibir apoyo económico de sus familiares en el extranjero. Actualmente, el 38% de los hogares venezolanos con familiares fuera del país reciben remesas de manera regular. A ese porcentaje se suma un 30% que recibe ocasionalmente o ha recibido alguna vez.
El monto promedio enviado es 82 dólares mensuales. Asumiendo que en Venezuela hay alrededor de 7.348.834 hogares y en la mitad de ellos hay migrantes, podrían rondar alrededor de 115 millones de dólares mensuales que entran al país por concepto de remesas. Cabe destacar que, al anualizar esta cifra, el total podría ser aún mayor, dado que hay hogares que reciben remesas de forma esporádica, pero posiblemente en montos superiores, lo que explicaría por qué algunos analistas estiman cifras que duplican el cálculo realizado considerando únicamente a quienes reciben ayuda mensualmente.
Gráfico 11: Envio de Remesas a Familiares en Venezuela.

Gráfico 12: Pais de donde se envían las remesas.

Los datos muestran que la capacidad de enviar remesas no depende solo del número de migrantes en un país, sino de su estabilidad económica. Colombia, el principal destino de la diáspora venezolana (32%), ocupa solo el tercer lugar en envío de remesas (17%), probablemente por las dificultades económicas en ese país. En cambio, Chile y Estados Unidos, con menos migrantes (20% y 16%), lideran en remesas (21% y 18%).
Asimismo, España y Ecuador, que albergan un 10% de los venezolanos cada uno, tienen una participación en remesas también del 10%, lo que indica que los migrantes en estos países logran contribuir en proporción a su tamaño dentro de la diáspora.
Es importante destacar que las remesas no constituyen la principal fuente de ingresos para los hogares venezolanos. En primer lugar, solo el 20% de los hogares las recibe de manera mensual y, en segundo lugar, representan aproximadamente el 30% del ingreso promedio familiar.
En el contexto económico de Venezuela, la inflación, tanto en bolívares como en dólares, ha afectado la capacidad de las remesas para cubrir gastos a lo largo del tiempo. En años anteriores, estos envíos probablemente permitían cubrir una mayor proporción de necesidades, mientras que en la actualidad su impacto ha disminuido. No obstante, continúan siendo un aporte significativo para muchas familias.
El flujo migratorio.
En cuanto al retorno de migrantes, esta cifra se ha triplicado desde la última medición. Sin embargo, dado que igualmente siguen saliendo venezolanos, se genera un flujo de migrantes en ambas direcciones.
Este gráfico muestra el porcentaje de familiares retornados en los hogares que declaran aun tener migrantes.
Gráfico 13: Familiares retornados al país en hogares con migrantes

Gráfico 14: País de donde retornaron.

Sin embargo, es posible que haya hogares en los que todos los miembros que estaban fuera hayan retornado. Y eso nos lleva a otro dato. Visto a total de hogares, estimamos que han retornado entre 972.254 y 1.016.809 venezolanos. Esta estimación surge del 11% de encuestados a nivel nacional que declaran tener en su hogar inmigrantes retornados, independientemente que actualmente tengan o no aun familiares afuera.
Al clasificar las razones del retorno, predominan los factores económicos, incluyendo la situación financiera y el desempleo, seguidos por motivos familiares. Además, existe un grupo de razones más generales, entre las cuales destaca el descontento con la experiencia migratoria.
Es fundamental evaluar el futuro de esta migración inversa, considerando que quienes regresan podrían enfrentar en Venezuela un entorno igualmente desafiante. Queda por determinar si, ante las dificultades locales, optarán por establecerse en el país o emprenderán nuevamente un proceso migratorio en busca de mejores oportunidades.
Gráfico 15: Razones para regresar

Tamaño de la diáspora venezolana.
Hablamos de que, cerca del 50% de los hogares venezolanos tienen algún miembro viviendo en el exterior, de hecho, dos en promedio.
Estos números nos permiten estimar que, Venezuela ha perdido entre el 21% y el 23% de sus habitantes. Esto se traduce en un rango que oscila entre 6.812.606 y 7.454.331 de personas.
Es importante tomar en cuenta que nuestros datos son recogidos en Venezuela, y que nos es imposible con esta metodología contabilizar a los hogares de los que se han marchado todos sus miembros, a lo largo de estos años de crisis.
Ha habido un incremento en el número de retornados, pero la intención de migrar también se ha mantenido y, de hecho, se concreta en nuevos migrantes. El flujo migratorio no se ha detenido. La crisis económica en Venezuela, la falta de oportunidades laborales, la precariedad de los servicios públicos y la incertidumbre política siguen empujando a las personas a salir, incluso cuando las opciones para rehacer sus vidas en el extranjero son cada vez más limitadas.
El tamaño de la diáspora aun no parece tener una reducción significativa a pesar de las dificultades que enfrentan los venezolanos para asentarse en otros países, que cada vez limitan más las opciones para que los migrantes puedan rehacer sus vidas fuera de Venezuela.
Es crucial seguir monitoreando estos datos a lo largo de este año para comprender hacia dónde se dirige este fenómeno. ¿Se ralentizará la diáspora debido a las restricciones externas? ¿Disminuirá el tamaño de la diáspora?¿O veremos nuevas estrategias de los migrantes para sortear estas dificultades? ¿Habrá segundas y terceras migraciones? Lo que sí es claro es que los retos para la diáspora venezolana no han disminuido, tanto para quienes buscan estabilidad en otros países como para aquellos que contemplan el difícil camino de regreso.